lunes, 28 de septiembre de 2015

EMILIANO GOGGIO: DE GUIONISTA A CONDUCTOR




Emiliano “Mili” Goggio (40) es, actualmente, conductor de un programa de la radio Vorterix llamado “Ácido”, con sus compañeros Santiago "el Gallo " Bluguermann, Julio Leiva y Martín Abusamr. Los viernes tiene su segmento llamado “La MiliFest”. Antes era guionista de radio. Goggio nos muestra la radio y contesta algunas de nuestras preguntas mientras estamos sentados en la sala de la pantalla verde, lugar en donde transmiten recitales en vivo por la web.



Por Luciana Gottlieb


¿Qué es ser guionista de radio?

Un guionista no te guiona todo el programa, te guiona cosas determinadas. Y generalmente tiene que ver con el humor. Hay algunos que, ponele, los humoristas o los imitadores tienen un guioncito que se lo escriben ellos.

Por ejemplo, esto no está guionado (refiriéndose al programa de radio que estaba en el aire en ese momento).

En el 97 nosotros teníamos un programa en una radio chica en el que escribíamos nosotros y lo actuábamos. Tenían un principio y un final y era todo actuado. Hacíamos algunas en vivo y otras grabadas.

Cuando empezamos con Mario (Pergolini), él dijo: “Bueno, quiero empezar a tener un radio-teatro, hacer todos los días”, entonces nosotros empezamos a hacer eso. Un radio-teatro que empezaba el lunes y terminaba el viernes. Eran cinco capítulos.

Y eso fue lo primero que empezamos a hacer y era guionado porque tenía un principio y un final, pero era parte del programa. A medida que fue pasando el tiempo fuimos haciendo más cosas, pero siempre a través del humor y cosas que son grabados.

¿Por qué elegiste la carrera de guionista?

Nosotros no tenemos una carrera en sí. Fue algo más natural. Cuando nosotros estábamos en cuarto año tuvimos un taller de radio que había de todo, podías practicar un poquito de lo que es conducir o guionar o lo que sea.

Nosotros éramos cuatro. Hicimos como un programa de humor que era todo muy amateur. Pero empezamos guionando nuestras cositas.

Cuando terminamos el colegio, nuestro profesor nos dice: “Esto está bueno chicos. Por qué no hacen un poquito más de esto, tratan de meterse en algún lado, en alguna radio de barrio y si les gusta pueden fijarse para qué lado ir.” Yo nunca había pensado en hacer radio como una carrera o lo que sea. Este profesor nos hace a nosotros la gamba y entramos en FM La Tribu, que es una radio de barrio pero que, digamos, es bastante conocida.

Los estándar eran buenos entonces pudimos hacer un programo relativamente bueno porque teníamos apoyo de la radio y todo. Ahí también era un programa muy amateur, pero éramos cuatro e hicimos 120 programas, lo cual es mucho. Fueron tres años que empezamos a desarrollar un montón de cosas de humor para escribir cositas, radio-teatro, guiones.

Cuando teníamos tres años ya con eso y estábamos hartos de alquilar un espacio, dijimos: “Bueno, vamos a ver qué hacemos con esto.” Y llevamos cassetts, 1997-se burla de la antigüedad – a tres o cuatro radios que nos parecían que nos podían dar una oportunidad. Uno de ellos fue Pergolini. Uno de los chicos les dio un cassetts, Mario lo escuchó y dijo: “Bueno esto me gusta”. Él estaba buscando guionistas justo. “Me gusta pero necesito que me hagan un demo más grande” nos dijo. Él estaba en la Rock and Pop en ese momento, era el segundo año de “Cuál es”. Y nos dijo por ejemplo: “Yo de estos tres minutos quiero que me hagan algo que dure 20” y nosotros teníamos secciones de tres minutos. Tenemos que escribir como si fuera un piloto o un demo, algo que tuviera más que ver con lo que él estaba necesitando.

Ahí empezamos a desarrollar la carrera de guionista, más que conducción que era algo que nosotros hacíamos en la radio de barrio. Poco a poco fuimos aprendiendo, pero no fue una carrera.

Es decir, no fue algo que estudiaste en una facultad

Arrancamos nosotros por nuestra cuenta. Después la facultad fue directamente “Cuál es”.La gran diferencia es que estás acostumbrado, cuando empezás a producir dos cosas por semana. Y cuando estás en una radio capaz tenés que producir tres por día. Entonces ahí está el cambio. Cuando realmente te profesionalizas es cuando aprendés el trabajo en sí. Entonces el día a día es realmente lo que te va dando una práctica y te hace automatizar una cosa, que a lo mejor es un laburo que lo haces por hobbie.

Ahí fue cuando nos convertimos en guionistas de alguna manera. Éramos tres y cada uno fue haciendo un camino distinto.

Y ¿cómo pasaste de ser guionista a conducir un programa de radio?

Fue larguísimo el proceso porque primero, por cuestiones de salud y eso, ya no iba mucho a la radio. Fueron pasando los años, éramos tres los que escribíamos, Santiago, Diego y yo. Con el tiempo cada uno fue creciendo para el lado que más le interesaba. A mí siempre me interesó ser más guionista que otra cosa, entonces de alguna manera yo me quedé más escribiendo en casa. También por cuestiones de salud me convenía más estar en casa. Yo no tenía la ambición de estar en la radio, de estar hablando. Siempre me gusto más un perfil bajo.

Uno de los chicos, Santiago, empezó a hacer coordinación de aire, le gustaba más la producción y empezó a sacar fotos. Entonces se convirtió más en fotógrafo y en productor. Santiago es el Gallo.

El otro chico Diego, el Panza, como nosotros en muchas secciones empezamos a hacer como personajes y él los hacía, empezó más a salir al aire.

Entonces empezó cada uno ir para su lado. Yo seguí escribiendo mucho con Diego. Uno era más productor, otro era más hablar al aire y yo era más guionista.

Así fue por muchos años y la verdad es que yo me sentía muy cómodo. Yo no tenía que salir al aire y cuando me lo fueron proponiendo no era algo en lo que yo me sentía muy cómodo.

Cuando nos pasamos acá, a Vorterix, me ofrecieron hacer producción en un programa, producción creativa. Era hacer ideas, escribir algún guion, y hacer artística, que son los separadores, apertura, cierres, todas cosas que tienen que ver con escribir. Hice dos años ahí y después el programa se levanto por una cuestión operativa.

En el verano, cuando ese programa se había levantando, dicen: “Aguanten dos meses más al aire porque en marzo arranco otro programa”. Y se empezaron a ir de vacaciones todos y hubo un momento en el que yo tuve que ir al aire porque había uno al aire y bueno, no podes dejar a uno solo y me metí.

Después vino Santiago, el Gallo, volvió de sus vacaciones y se quedó conmigo al aire. Y ahí Pergolini dice: “Bueno me gusto esta dupla, quiero que ustedes vayan al aire el año que viene. Hay que agregar más gente pero ustedes dos estarían.” Al Gallo yo lo conozco hace un montón y dar el salto a la conducción que a mí nunca me había gustado fue más fácil porque estaba con mi amigo del secundario.

No fue algo buscado. Después de tantos años de estar del otro lado fue un poco natural. Cuando Mario estaba en “Cuál es” siempre me llamaba y yo estaba en diálisis, trasplantado y estuve mucho tiempo al aire. Ya le había perdido el miedo, no es que tenía miedo de salir al aire. No tenía miedo y no era algo que me volvía loco, pero después me empezó a gustar. Salir al aire tiene cosas feas y cosas re buenas pero te vas acostumbrando.

¿Pensas que tiene cosas más feas que buenas o más buenas que feas?

Lo que tiene de bueno es que cuando te divertís te cagas de risa, es muy divertido y cuando está todo muy relajado y cuando todo sale bien te gusta mucho. A lo mejor lo que no te gusta tanto es, yo antes como guionistas tenia control o responsabilidad sobre algunas cosas que yo ya sabía lo que era. Lo escribía, lo grababa y salía bien, listo. Acá tenes la responsabilidad de todo, yo termino el programa y no sé qué hice, estoy hablando huevadas tres horas y media. Antes yo decía bueno acá esta, está grabado, es esto, salió bien o mal. Esto es otra cosa, tiene más que ver con la improvisación y con “zafar” por decirlo de alguna manera.

Otra cosa que no me gusta, es que yo le tengo mucho respeto al “aire” entonces cuando hay una charla en la que yo no estoy muy seguro de lo que están hablando, yo no puedo no hablar.

La otra vez había una charla sobre Green Peace. Uno decía: “Porque Green Peace es mucho hablar y poco hacer”. Yo la verdad que si me quiero poner a opinar de algo así, tengo que leer un montón. Estoy en un terreno que no me gusta pero no me puedo quedar callado porque estoy en un programa. ¿Cómo hago para no decir una huevada? Pero también estas tratando de aportar. No te podés borrar.

Cada horario te indica una temática diferente. A la mañana es un programa periodístico, es el día a día, todo lo que tiene que ver con el diario. El programa de 9am a 1pm es una mezcla, porque todavía hay gente que se levanta y se hablan temas del día pero un poco más descontracturado. Al mediodía ya es otra cosa. No podes arrancar como loco de un tema que ya se hablo tanto. Es más descontracturado, es para la gente que está trabajando y está más relajada. Y a la tarde ya es un programa más magazine, más de boludeo. A mí me resulta más cómodo y me gusta hacer un programa así.

Con las redes sociales tan presentes, ¿le dan mucha importancia a lo que gusta y a lo que no gusta?

No le damos mucha bola a lo que gusta o no gusta. Le damos mucha bola a las redes sociales porque en el verano a nosotros nos pareció, con el Gallo, que no nos conocía nadie. Nos interesa más hacernos más fuertes con la audiencia que con un nombre que no tenemos, entonces empezamos a hacer mucha interacción y de alguna manera tratamos de que el oyente participe en el programa. Si dicen que algo les gusta lo decimos al aire. Si algo no gusta, no es que lo cortamos.

El otro día hicimos una entrevista a un escritor que hablaba acerca de ciertas drogas y la legalización, cuáles si, cuáles no. Decía cosas que eran muy polémicas, Twitter lo estaba matando. Pero era una charla interesante que daba para debatir. No tenemos que estar del todo de acuerdo con la persona que está hablando, ni ellos con nosotros. Si vos no estás de acuerdo, lo podes interpelar. O sea, no es que si algo está malo no lo seguimos.

Nos importa mucho la interacción y que el oyente sienta que tiene llegada. Te la tenes que creer esas cuatro horas. Si yo no entro sabiendo que, por lo menos, tengo algo gracioso que decir, no voy a hacer reír a nadie. Entonces te la tenes que largar. Después cuando volves afuera sos el mismo boludo de siempre. Pero tenes que hacer ese clic.

¿Cómo es trabajar con Pergolini? ¿Es un tipo fácil?

No, no es un tipo fácil, en muchos aspectos no es un tipo fácil. Pero la mayoría de la gente que está con él trabaja hace 20 años. Entonces eso te muestra un poquito que es muy bueno trabajar con él en muchos aspectos.

Por ejemplo, yo como guionista, nunca le tuve que dar los guiones a él para que los lea, nunca. Todo salió al aire. O sea, que habla de una libertad creativa que no es muy común.

Hace muchos años, me encontré en una fiesta con un guionista, de Petinato. El guionista hacia casi lo mismo que lo que hacía yo. Muy similar. Y me dice: “¿Cómo haces vos con el tema de los guiones?” “Sigo con el guión, se lo doy y lo leen al aire” le digo yo. Y me dice: “No, yo se lo tengo que dar a un productor, que se lo da a Petinato, Petinato lo corrige, el productor lo corrige.” Entonces ahí te das cuenta de la libertad creativa que te da Mario.

Mas allá que trabajar con Pergolini, en algún punto, es muy exigente, Él puede ser así, como lo escuchas al aire (gritón). Te tenés que acostumbrar al estilo. Para nosotros era como mucha presión, pero después te das cuenta de que es parte de su forma de ser.

Las primeras veces que decía “Esto es una mierda”, yo decía nos echó. Pero pasaron seis años y ya dije “listo no nos va a echar. Es su forma de ser”. Pero él siempre nos dio libertad creativa.

Nosotros en el programa, no tenemos una bajada de él que es el gerente/director. En ningún momento te dice, esto no lo hagan, esto sí. O sea que, es muy bueno trabajar con él.

Cuando tenes una reunión específica con él, te puede llegar a decir algunas cosas. Pero siempre en muy buenos términos. El personaje del aire no es lo mismo que lo que es él, y si te habla te habla bien. Te puede decir: “Che, traten de hacer los bloques más cortos.” Pero con muchísima libertad. Yo como guionista tuve mucha libertad, que casi lo hace adictivo trabajar con él. No queres trabajar con otra persona porque te encontras con cosas que no estás acostumbrado. Te acostumbras a trabajar con mucha libertad.

1 comentario: